
Estuve en la feria entre el 22 y el 24 de abril. El primer día que visité la Filbo fue simplemente asombroso. Tal vez se trató de una emoción de principiante o el impacto de primer momento, pero desde que puse un pie en Corferias me enamoré aun más de la literatura, de la ciencia, del conocimiento. En la Feria se respira un ambiente de intelectualidad y de calma que alguien que va por primera vez no se espera. Esto es algo especialmente sorprendente teniendo en cuenta que es Bogotá, creo que nunca nadie describiría Bogotá como una ciudad de calma, nunca. Es una cuidad caótica, explosiva, atareada y aunque eso me encanta está lejísimos de ser calmada. Debe ser, sin duda, un hechizo encantador que te cambia de mood desde que eres consciente de que estás en la feria del libro.
Quizás una de las mejores cosas de la Filbo fue estar rodeada de gente tan maravillosa que comparte los mismo intereses, era sencillo incluso mantener una conversación con adultos mayores porque todos teníamos algo en común y, a fin de cuentas, uno termina dándose cuenta de que no somos tan diferentes como creemos ser.

Detrás de ese suceso están escondidas muchas verdades. El primer día estaba asombrada pues fui a una Feria del Libro y terminé encontrándome con stands de pintura, ciencia y política. Por supuesto, no pensé que tenia nada de malo. Pero después me pensé, ¿es que acaso no tenemos material literario suficiente para llenar corferias? Es tan triste que en el mundo haya tanta diversidad literaria y que en Colombia no tengamos la cantidad necesaria ni siquiera para llenar un evento... Expertos dicen que la Feria del Libro en Bogotá es una de las mejores en Latinoamérica, el panorama no es muy alentador.
A pesar de todo, no puedo decir que estoy decepcionada o que no valió la pena (tal vez estoy en la etapa de la negación, ustedes dirán) fue una experiencia maravillosa y lo elegiría mil veces otra vez. Aun nos falta mucho para llegar a ser un ejemplo, nos falta educación, nos falta cultura, nos falta conciencia, pero soy optimista, vamos por un buen camino y eso es seguro al ver la gran cantidad de stands con literatura infantil en la feria.
No me queda más que visitar el siguiente año la Filbo, para ver como progresamos.
Estoy de acuerdo contigo, amiga. Gracias por compartir tu experiencia (aunque es un poco tarde ya para comentar JA,JA)
ResponderEliminar