lunes, 21 de septiembre de 2015

Bitácora de un grupo excursionista: Parte II.

¡Hola, people! Hoy les traigo la segunda parte de esta serie de entradas hermosas. También quiero ofrecer disculpas por que sé que el blog ha presentado algunos inconvenientes, pero estaré más atenta respecto a eso e intentaré que no se repita. ¡Espero que les guste!

Sábado 22 de agosto, 2015.

Día 2: Los macaquines en la eterna primavera.


Llegamos a Santa Rosa de Oso para desayunar muy temprano  y al bajarnos en el paradero, nos adueñamos del baño y, después, de las mesas del restaurante. Todas las estudiantes pedimos lo mismo para comer: pan de queso, chocolate y queso.

Así, nos dimos cuenta de que la arepa simple es para la gente de interior lo que para nosotros es el pan.

Plaza de las Gordas de Botero, Medellín.
Más tarde, continuamos el viaje rumbo a Medellín. Al llegar a la Terminal de Buses, nos bajamos y caminamos un rato para tomar el MetroCable. Allí, nos encontramos con toda clase de personas. Algunas de ellas fueron muy amables con nosotras, mientras que otras nos trataban despectivamente. Todo eso gracias a un sentimiento regionalista mal orientado que, por nuestra experiencia, es muy común en Medellín. 

Luego de eso, tomamos el Metro para ir al Jardín Botánico. La gran mayoría de nosotras nunca se había subido a un Metro, por lo cual estábamos muy emocionadas pero, por órdenes del profesor Hart, intentamos mantener la compostura y mostrar nuestra mejor cara.  

Al llegar al Jardín Botánico, nos separamos del grupo y recorrimos los caminos de piedra respirando el aire puro que nos brindaba la naturaleza. Durante el paseo vimos a familias haciendo picnics entre los árboles y haciendo otras actividades que en Barranquilla no son comunes por falta de espacios. También pudimos ver como nuestras compañeras que tenían familiares o amigos radicados en Medellín, se reunían con ellos.

Después, caminamos un poco para llegar a la Plaza de Botero y apreciar las representaciones de este artista que fue tan importante para Colombia. Como en cualquier lugar en el que hacíamos una parada, compramos algunos recuerdos y nos tomamos fotos. Por esto último, pasamos un gran susto.

Nuestra compañera Angie se encontraba a punto de tomarse una foto cuando pasa un hombre corriendo a su lado y le arrebata el celular de las manos. Inmediatamente, ella salió corriendo detrás del hombre y nosotras detrás de ella. Al ver la escena, algunas personas se percatan de lo sucedido y detienen al hombre quien arroja el celular y se hace pasar por inocente. Luego, llegó un policía a la escena y le pregunta a nuestra compañera y ese hombre la había intentado atracar a lo que ella sin temor contesta que sí.


Instantes después llegó el profesor Hart y nos sacó de ahí en medio de regaños pero nosotras no podíamos estar más asustadas. Por cuestiones de tiempo, no pudimos interponer una denuncia oficial, que habría sido lo indicado. 

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